Los perros de búsqueda y rescate son tremendamente útiles e indispensables ante determinadas situaciones de emergencia. Su función está en localizar personas perdidas en accidentes y desastres, o bien, sustancias prohibidas, como explosivos y drogas. Sigue leyendo para descubrir qué características se tienen en cuenta a la hora de elegir un perro para esta labor y cuáles son los requisitos de entrenamiento. Y si te parece un tema interesante, especialízate con nuestro Máster en Adiestramiento de Perros para el Salvamento y Rescate de Víctimas.

Características de los perros de búsqueda y rescate

Los perros de búsqueda y rescate deben ser ágiles y energéticos, con alta resistencia y excelente forma física para poder enfrentarse al trabajo y superar cualquier dificultad. También es muy importante que sean de carácter inteligente puesto que tendrán que decidir cómo reaccionar en determinadas situaciones. Además, se valora una actitud sociable y alegre, tanto con personas como con animales.

El perro tiene alrededor de 250 millones de células olfativas, cosa que le permite detectar el olor de una persona viva con mucha más facilidad que un humano. Por lo tanto, para que sean seleccionados en este tipo de enfrentamientos, es esencial e imprescindible que tengan un buen sentido del olfato.

Otra de las características de los perros rescatistas es que deben tener un instinto de presa, mantener la atención sin distraerse y obsesionarse con cumplir su objetivo y obligaciones sin rendirse. Concretamente, para ellos, el salvamento, se basa en un juego, es decir, en una prueba lúdica con posible premio de recompensa.

Razas de perro de rescate

Los perros de búsqueda y rescate, llamados también como perros bombero, suelen ser razas medianas o grandes como, por ejemplo: San Bernardo, Pastor Alemán, Pastor Belga, Golden Retriever, Dálmata, Labradores, etc.

Adiestramiento de los perros de búsqueda y rescate

El adiestramiento de los perros rescatistas requiere ser especializado y muy estricto. Necesitan disciplina y una educación adecuada para que cumplan con sus misiones. Siempre hay que tener en mete que el objetivo es salvar vidas humanas, con lo cual, se exige un grado de responsabilidad muy alto.

Los entrenamientos caninos deben realizarse mínimo una o dos veces por semana, durante varias horas, todo el año. Tienen que estar bien preparados para cualquier circunstancia climatológica, deben adaptarse a cualquier tipo de situaciones, temperaturas, terrenos y estar disponibles en cualquier momento, tanto de día como de noche, durante un día o varias jornadas.

Existen dos maneras de distinguir la tarea del perro: de rastreo o de venteo.

Perros de rastreo

Están entrenados para buscar el olor humano en los alrededores, siendo en algunos casos la última esperanza. Sirven para seguir el rastro de una persona perdida o un fugitivo. En estos casos, se les ofrece alguna prenda de la persona buscada, es decir, un punto de partida.

Perros de venteo

Se encargan de localizar personas enterradas en avalanchas, terremotos, derrumbes… o de encontrar rastros humanos en escenas de un crimen. Huelen el aire para captar las micropartículas que contienen el olor humano.