El aceite de semilla de uva es conocido en diferentes campos como la gastronomía, la dietética y la cosmética. Gracias a sus propiedades antioxidantes puede mejorar multitud de problemas. Estos están relacionados con el sistema inmunológico, el crecimiento y desarrollo de tejidos, las pieles sensibles o el acné y, ¡mucho más! En el blog de hoy explicaremos los beneficios de este aceite y las razones por las cuales necesitas probarlo en tu piel. Además, si quieres seguir aprendiendo y ampliar tus conocimientos, te ofrecemos nuestros Másteres y Cursos de Belleza.
Índice de contenidos
¿Qué es el aceite de semilla de uva?
El aceite de semilla de uva se obtiene mediante dos métodos. El primero es a través de un proceso químico. El segundo se consigue con la extracción de la presión en frío de las semillas de la uva. Presenta un color dorado pálido y delicado y un olor bastante suave.
A diferencia de otros aceites vegetales, este aceite penetra hasta la segunda capa de la piel. Por esa razón, se ha comprobado que se puede utilizar tanto en el rostro como en tratamientos para el cuerpo, en masajes o hidratación.
El aceite de pepita de uva es ideal para pieles sensibles, grasas o mixtas ya que es considerado no comedogénico. No obstante, suele ser muy útil en pieles secas. Este aceite se adentra cada vez más en el mundo de la cosmética natural por no concentrar grasa.
¿Qué beneficios aporta la semilla de uva?
La semilla de uva contiene muchos beneficios. Uno de los principales es que tiene gran cantidad de vitaminas y antioxidantes, como polifenoles y taninos. Estas sustancias protegen el cuerpo y evitan el envejecimiento y el deterioro prematuro de órganos, tejidos y células. Por lo tanto, ayuda a mantener el cuerpo joven.
Posee una alta cantidad de vitamina E, flavanoides y resveratrol. Esto significa que evita la acción de los radicales libres para el cuidado de la piel. Otro beneficio es que combina ácidos grasos como el omega 6 y el omega 9 por lo que ayuda a la síntesis de colágeno y elastina en la piel, aportando regeneración y longevidad.
Resultados en la piel
El aceite de semilla de uva se utiliza para dar masajes o para el cuidado diario de la piel de la cara y el cuerpo.
Combate las arrugas y favorece al crecimiento capilar, haciendo que las pestañas crezcan más largas y gruesas. Además, el efecto hidratante del aceite de hueso de uva evita la aparición de estrías en el cuerpo provocadas por embarazos, postpartos o dietas de adelgazamiento. Así que, también es muy eficaz a la hora de reducir cicatrices de pequeñas heridas.
Los resultados también mejoran el acné y la prevención del envejecimiento de las manos. Mantiene su suavidad y un buen aspecto, sobre todo, después de exponerse al frío o al sol.
Otros efectos positivos para el cuerpo
Las semillas de uva son muy positivas para el cuerpo, además de usarse en cosmética también ayudan a promover la circulación sanguínea. Protegen al cuerpo contra el deterioro de la contaminación, el tabaco, el alcohol, el estrés, etc. También es un potente anti-bacteriano y anti-inflamatorio, por lo que mejora la artritis, dermatitis, gastritis, entre otras cosas.